La serie de dibujos que el artista esloveno Nikolaj Pirnat elaboró entre 1935-1937 se puede
visitar en el Centro Cultural durante el mes de octubre en una exposición itinerante que llega a
Puertollano gracias al Centro de Estudios de Castilla-La Mancha.
Una apertura a la que han asistido
Tina Silc, agregada cultural de la embajada de Eslovenia,
Isidro Sánchez, profesor honorífico de la UCLM, junto con la concejal de cultura,
Ana Muñoz.
El artista
Nikolaj Pirnat (Idrija, 1903 - Ljubljana, 1948) fue artista en el más amplio sentido: scultor,
pintor, dibujante, ilustrador y caricaturista, que se formó, hasta 1925, en la Academia de Bellas
Artes de Zagreb, con el gran escultor croata Meštrovic. Desde su época de estudiante concibió
la historia como lucha de clases y consideró que el papel del artista era “sacrificarse y
desangrarse en su misión”.
Estaba convencido de que el artista debe construir “de sí mismo, de su entorno, de la
carretera, de la aldea, de la fábrica”, que su obra es “la imagen de la actualidad y de
la lucha que la caracteriza» (Mikuž). Su obra maestra en ilustración es la serie de treinta y
tres dibujos para la edición de Don Quijote, realizada entre los años 1935-1937.
Territorios del Quijote
El Centro de Estudios de Castilla-La Mancha en el proyecto de investigación “Territorios
del Quijote. Historia, prensa e iconografía” empezó a indagar y se hallaron un dibujante
espléndido y unas ilustraciones muy interesantes, con las que decidieron hacer una exposición con
los treinta y tres dibujos que acompañan a los cuatro volúmenes de la obra de Miguel de
Cervantes.
Justicia y libertad
El historiador de arte esloveno
Nace Šumi asegura que el Quijote de Pirnat “se mantiene en la cumbre de
la ilustración eslovena de todos los tiempos”. Considerando el recorrido artístico y político
del ilustrador y su acusada sensibilidad social de la que hace alarde a lo largo de su corta vida,
no extraña que haya encontrado en el “desfacedor de agravios” cervantino un alma
hermana.
En el empeño de don Quijote en crear un reino de justicia y libertad debió reconocer un
idealismo utópico, eso sí, pero un idealismo que nace de las capas más nobles del alma humana. Al
constatar que él también tenía algo de Quijote se acercó a la novela no sólo para cumplir un
encargo, sino por motivos íntimos.
La dignidad del individuo
Pirnat no siguió un plan establecido en cuanto a la interpretación global del significado del
Quijote; más bien, consciente de la imposibilidad de establecer una sola línea, optó por proponer
una síntesis de varias interpretaciones.
Desde la más burda comicidad, pasando por distintos grados de ironía, hasta el más tierno
lirismo, desde la parodia física hasta el sentimiento trágico, logrando así transmitir de manera
convincente no sólo el frágil equilibrio entre el “idealismo instintivo” y el
“realismo sano”, sino también todo lo que hay en la novela de imperecedero, de
universal, atemporal, único desde el punto de vista humano: la dignidad del individuo.
miércoles, 9 de octubre de 2013
Exposición de los dibujos de El Quijote de Nikolaj Pirnat en el Centro Cultural
14:54
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