De Puertollano a la India con la Fundación Vicente Ferrer

Cuatro puertollaneros (Paqui García, Graci Carrasco, Gemma Peces y Jesús Gallardo) han conocido las instalaciones de la organización Rural Development Trust, más conocida en España como Fundación Vicente Ferrer, en Anantapur, región del estado indio de Andhra Pradesh, en el sureste del país asiático.

  

Durante su visita el pasado mes de julio hicieron entrega a los niños que participan en diversos programas de la citada Fundación de doscientas camisetas y gorradas donadas por el Ayuntamiento con el eslogan “Puertollano, puerta de Alcudia”.

  

Los cuatro puertollaneros se sumaron al grupo de Granada comandado por Carmen Corpas, tras un largo viaje con escalas en Dubai y Bangalore, en el que conocieron de primera mano la extraordinaria labor que desempeña la Fundación en la zona, segundo desierto del país y una de las zonas más pobres de la India.

Una vida más digna

Un trabajo destinado en la consecución de una vida digna para las castas más bajas, inmersas en situaciones de pobreza extrema. Dentro de los numerosos programas de desarrollo integral, cabe destacar los programas de desarrollo de la mujer, que sufren una doble discriminación, de género y de casta, dado que aunque según la legislación India se admite la igualdad entre sexos, no es efectiva.

Integración de mujeres y discapacitados

  

La Fundación, a través de diversos programas, dota de un trabajo digno a estas mujeres para que se erijan como el pilar básico de la sociedad y obtengan el reconocimiento social y económico que merecen. También desarrolla su actividad con personas con discapacidad, dado que es un colectivo que sufre un gran rechazo en la sociedad, y que incluso se ven excluidos y discriminados por su propia familia.

Con el trabajo de la Fundación se consigue que tanto los discapacitados físicos como psíquicos, obtengan acceso a una educación, asistan a centros especializados y accedan a una vida laboral mediante la constitución de talleres ocupacionales

Viviendas dignas

  

Además hay que destacar la construcción de millones de viviendas para las castas bajas como los dálits, grupos tribales, y personas con discapacidad, con el objetivo de obtener una vivienda digna y con condiciones higiénicas aceptables por medio de hospitales, colegios, proyectos de ecología para mejorar los sistemas de riego y prácticas agrícolas, planes integrales contra la violencia de género, programas de apadrinamiento, etc.